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IE vs HA: Evil Evolution III

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Cirkadia's avatar
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En cuanto notó el tirón, supo lo que ocurriría y, aunque intentó evitarlo, acabó con las muñecas atadas a la espalda y la cabeza zambullida en agua helada.
-Buenos días, Capitana –saludó en cuanto le permitió reponer aire, como si no le importara que la despertara con semejante brutalidad.
-¿Cuándo vas a aprender a defenderte? –le gruñó al oído antes de volver a sumergirla.
Nameless esperó paciente, aplicando el consejo de Sica Morilec de considerarse muerta.
-¿Qué tal cuando me enseñes? –le respondió, casi en cuanto volvió a salir, chorreando agua por toda la cara.
-Para las respuestas graciosillas no necesitas maestro –no le dio opción a responder.
Se dejó sumergir, estaba consiguiendo que su cuerpo no ofreciera la menor resistencia, y eso se traducía en menor tensión y necesidad de oxígeno.
-Debo de llevarlo en el estilo misterioso –continuó la conversación como si nada.
-Eso es aceptar que llevas el ser villana en la sangre –se regodeó antes de volver a hundirla.
Pudo pensar en una contestación con relativa calma.
-También hay héroes graciosillos, no muchos, pero los hay.
No hubo respuesta, Roca la sumergió inmediatamente, con rabia. Nameless lo soportó a duras penas, no le había dado tiempo a reponer mucho aire.
-¿A que no te atreves a repetirlo? –le silbó Eisentblut furibunda al oído al sacarla de un tirón.
-No, que repites lo tuyo –tosió un poco.
-Cobarde –gruñó sumergiéndola por sexta vez.
Estaba empezando a cansarse con tanta ahogadilla de buena mañana y en ayunas.
-¿Tienes miedo de que pudiera ser una heroína? –preguntó con los ojos cerrados.
-Deberías ser tú la que tuviera miedo en tal caso –amenazó.
A Nameless le vino una risita sarcástica muy inoportuna, por lo casi se le olvidó tomar aire.
-¿Qué te hace tanta gracia? –preguntó sacándola del agua.
-Si yo fuera una heroína, tú ni me mirarías. Aquí soy misteriosa, allí sería insignificante.
-Tienes razón. Y como ser insignificante, te aplastaría sin compasión.
En la octava zambullida, Nameless notó la desidia en el agarre al que Roca sometía a su nuca, ella también se estaba aburriendo. Por lo que se le ocurrió una alocada idea. Esperó pacientemente a que terminara de asfixiarla y, cuando estaba tirando de ella para sacarla, se revolvió tirando con la cabeza hacia un lado, mientras soltaba una patada con la diestra en dirección contraria, acertándole a Roca en el estómago. Nameless cayó al suelo, rodó alejándose y consiguió ponerse en pie a pesar de tener las manos atadas a la espalda. Nada más conseguirlo, Eisentblut ya estaba apuntándole con una pistola negra que había surgido de la nada.
Se miraron a los ojos durante unos segundos, los nerviosos azul grisáceo de Nameless contra los duros verdes de Roca, y, entre ellas, la semiautomática apuntándole a la nariz.
-Vas mejorando –dijo la Capitana suavizando su postura-. Sigue así.
Su Subcapitana asintió, intimidada por el arma.
-Ah, y esta preciosidad es una Desert Eagle. Vete aprendiéndotelo –le ordenó antes de bajarla.
-Se me va a quedar grabado a fuego.
-Ahora ya sabes lo que toca –le indicó con dureza guardando el arma.
-¿Me sueltas? –pidió haciendo ademán de girarse.
La dura mirada de Roca le dejó claro que su Capitana opinaba que tenía que hacerlo por sí misma. Por suerte, las ligaduras estaban lo suficientemente flojas como para poder librarse de ellas con algo de contorsionismo de muñecas. Se echó al suelo, dispuesta a hacer cien abdominales.
-Que sean ciento cincuenta –ordenó cuando vio que se acercaba al centenar con demasiada soltura.
No se quejó, se convenció de que era más por su bien que por sadismo y alcanzó el nuevo cupo jadeando. Después tocó igualar el número con flexiones y ponerse la ropa de deporte para salir a correr.
-¿Sigues queriendo huir? –se interesó Roca a la segunda vuelta.
-Sí, estoy esperando a ganar aceleración –contestó jocosa para no tener que decir que no tenía ni idea de qué hacer.
-Si esperas demasiado, puede que sea tarde –le advirtió con tono malicioso y seguramente no hiciera referencia a que la pillaran, sino a que se mimetizara demasiado bien.
Nameless le sacó la lengua y a cambio tuvo que esquivar la fusta. Aumentó el ritmo y se adelantó unos metros, sorprendiéndose por la velocidad que alcanzó. Aun así, no logró que Roca se despegara de sus talones y algún fustigazo ya le cayó.
-¿Qué tenemos hoy? –preguntó Nameless durante el desayuno.
-Apariencia, Supervivencia y Cacharros –le contestó Full.
-Oh, bien –consideró mojando galletas con formas de hongo de explosión nuclear.
-¿Aliviada de que no tengamos clase con Kill? –picó Hedera.
-No sé por qué dices eso –exclamó fingiendo desconcierto y escuchó un gruñido de Roca, por lo que prefirió dejar el tema.
Pero que no les tocara con Kill no la libró de problemas. En clase de Apariencia volvió a quedar patente que era incapaz de soltar una risa malvada. Por suerte, luego practicaron poses y, al ser su estilo misterioso, bastaba con que imitara a una estatua. Ahí fue interesante ver los aspavientos y caras que ponían sus compañeros, y la mayoría daban mucha grima.
En Supervivencia, Max Pain anunció una entretenida actividad de esquivar proyectiles a lo largo de un campo abierto sembrado de obstáculos y muros tras los que resguardarse.
-Esto tienes que hacerlo bien –le dijo Roca.
-No sé si tengo la suficiente agilidad ya…
-No, pero más que ellos sí –señaló su Capitana y vieron cómo Ébola acababa en mitad de un cráter porque un proyectil le impactó de lleno.
-Es que tiene que ser complicado correr con esos zapatos –razonó Nameless.
Cuando fue el turno de Ludo hubo risas y abucheos a partes iguales, el chaval se había puesto una especie de tiara electrónica que creó un campo de fuerza que repelió los misiles. Nameless estuvo tentada de aplaudir, pero prefirió no llamar la atención. Jeff lo pasó peor, pero no por ello perdió la sonrisa. Full se protegió bien, pero fue lento, y Hedera sufrió muchas heridas, pero, aun así, hubo que retenerlo entre cuatro para que no saboteara el lanzamisiles automático con un ácido.
Sica y Roca lo hicieron a la perfección, poniéndose a cubierto en los momentos adecuados, saltando los obstáculos con soltura y corriendo como gamos sin dejar de parecer mujeres duras.
Nameless inspiró hondo cuando llegó su turno y echó a correr con todas sus fuerzas. Esquivó moviéndose en zigzag y saltó como si fuera una carrera de vallas. Fue al llegar a la meta cuando se dio cuenta de que no se había puesto a cubierto ni una vez, había sido la única en correr sin descanso. Además, tan sólo se había manchado de polvo, no tenía ni un rasguño.
-Has mejorado tu sprint –felicitó el profesor.
-Corres como una rata escurridiza –fue a pincharla el macarra.
-Mejor escurridiza que aplastada –contestó clavándole su único ojo visible.
Roca apareció para quitarle las ganas al macarra de comenzar una bronca.
-Te he dicho que lo harías bien –dijo llevándosela.
La comida en las costas de Vietnam fue agradable.
-¿Te has adaptado ya? –se interesó Full.
-¿Eh? –contestó ella sorprendida.
-Se te ve mucho más relajada que los primeros días.
-Sí, se está adaptando bien –añadió Hedera con malicia.
-Eso es bueno, ¿no? –planteó ella algo incómoda.
-Excelente –aportó Roca como sui fuera parte de algún maligno plan.
En clase de Cacharros, bajo el potente foco personal, Nameless descubrió que las clases particulares con Ludo estaban dando sus frutos. De cualquier otra manera estaría perdida, pero, por suerte, Khaos había previsto bien qué darían.
-No vas desencaminada –le dijo él al ir a salir del aula, a los diez minutos de comenzar la clase.
Nameless sonrió con el destornillador en la boca y unas lentes de aumento ante los ojos. Veinte minutos después, terminó ella. Una vez más se había adelantado a Roca, por lo que le tocó salir sola al pasillo y esperar.
Una cancioncilla lejana le advirtió que en un aula subterránea cercana estaba la Conserje fregando. Se asomó con cautela y se dijo que lo mejor sería no poner un pie en el interior. Iba a cerrar la puerta cuando le llegaron voces desde la izquierda, la recorrió un escalofrío de espanto al ver a las dos animadoras del día anterior caminando hacia ella. Le sonrieron como hienas al contemplar la inquietud que provocaban en ella. Retrocedió un paso por instinto.
-¡Cógela! –gritó la de pelo verde radioactivo y ambas echaron a correr.
Nameless empuñó la pistola sin saber muy bien qué hacía y disparó. Las dos animadoras quedaron paralizadas a escasos dos metros de ella, con las armas ya preparadas para machacarla. Le echó un vistazo al temporizador, que estaba fijado en diez segundos, y se preguntó si sería suficiente para echar a correr y darles esquinazo. Pero entonces tuvo una alocada idea.
Se acercó con rapidez y las empujó y tiró de ellas para encararlas hacia la puerta abierta. Nada más colocar a la de pelo morado, éstas salieron de la parálisis y continuaron el movimiento metiéndose a toda velocidad en la clase, pisoteando el suelo mojado. Se oyó el bramido enfurecido de la Conserje. Nameless cerró la puerta y se aferró al pomo para evitar que salieran. Al otro lado se escucharon golpes, chasquidos y gritos. A ella se le escapó una risita de satisfacción por la jugada.
-No está mal –consideraron a su espalda.
Nameless se volvió con un sobresalto para encontrarse con Pérfida Bohém.
-La risita –explicó la profesora con una sonrisa amable-. Sabía que podrías hacerlo con la motivación adecuada.
-Sí… gracias –contestó sin soltar el pomo, del otro lado de la puerta llegaban todavía algunos golpes.
-Sigue trabajando así –dijo haciéndole un gesto de aprobación y siguió su camino.
Nameless le echó un vistazo al pomo, preguntándose si ya podría soltarlo sin peligro.
-¿Se puede saber qué haces? –le espetó Roca de repente.
-Eh… Vámonos –contestó alejándose de la puerta.
-¿A quién has encerrado ahí? –preguntó su Capitana mientras caminaban por el pasillo.
-A un par de animadoras… -respondió a media voz.
-¿Ésa es tu idea de enfrentarte a ellas? –le reprochó con dureza.
-…junto con la Conserje fregando –añadió avergonzada.
Roca hizo una mueca sarcástica.
-Mira que eres cobarde –dijo, pero sonó mucho más aprobatoria-. ¿Sabes que ahora irán a por ti con más ganas?
Nameless suspiró.
-Tenía que haber salido corriendo.
-A ver cómo te las apañas ahora. Por cierto, ¿qué te ha dicho Bohém?
-Que… no ha estado mal mi… risita.
-¿Te has reído? –preguntó Roca estupefacta.
-Sí…
Eisentblut soltó una carcajada encantada y cruel.
-Sólo ha sigo un poco –trató de defenderse-. Más por el alivio que por…
-Nameless, creo que para cuando tengas oportunidad de escaparte, ya será tarde, porque te gustará estar aquí.
Nameless puso mala cara y Roca volvió a reír maligna.
Y con esto doy por terminado este capítulo. Espero que os guste y poder sacarlo algún día en cómic. Sólo tengo que encontrar un dibujante XD

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AtenaNike's avatar
¿Cobarde por encerrar a las animadoras con la Conserje (de la cual soy fan number 1)? Pues a mí me parece de lo más inteligente, aunque yo les habría lanzado bombas incendiarias además XD

Aparte ¿esas animadoras sólo son malas por serlo? Esas son las que acaban mal en el minuto uno en una lucha contra héroes. Deberían reconsiderar su forma de "intervenir".